Una correa que tenga una rigidez lateral extrema, en relación con su ancho, será más difícil de manejar debido a su falta de contacto con el rodillo central de la rueda guía portadora. El reconocimiento de este hecho permite al usuario tomar precauciones adicionales y, si es necesario, cargar el cinturón durante el entrenamiento para mejorar su maniobrabilidad. La observación de las limitaciones del diseño de canalización normalmente evitará este problema.

Algunas correas nuevas pueden tender a salirse hacia un lado, en una cierta porción o porciones de su longitud, debido a malas distribuciones laterales temporales de la tensión. El funcionamiento de la correa en tensión corrige esta condición en prácticamente todos los casos. El uso de rodillos autoalineables ayudará a realizar la corrección.